Somos zoofilicos
17/04/2017
En realidad todo se inicia hace años atrás y por pura curiosidad. Mi anterior pareja y yo estamos muy abiertos y siempre estábamos a la caza de nuevas experiencias y fue así como una vez nos animamos a ver solo por curiosidad una película de zoofilia. Esta era un viejo porno en donde una mujer lo hacía con un perro, en realidad el vídeo nos pareció interesante y quedo como una simple anécdota. Tiempo después luego de nos tragos demás mi enamorada y yo conseguimos bajar por internet unos buenos videos de zoofilia que resultó ser muy explicito y excitante. Con solo ver dos videos ella y yo estábamos haciendo el amor cómo unos locos. Aunque honestamente a mi lo que me excito fue verla a ella asi tan caliente y cachonda. Después de esa experiencia decidimos probar en la vida real con mi perro pastor alemán llamado Max. Era un perro de dos años y estaba en todo su momento. El miedo de ella era que le pasará una infección por ese motivo tuve que leer mucho al respecto y lo bueno era que mi perro era virgen. Lo cual obraba a nuestro favor. La noche que lo lleve conmigo a su cuarto ella estaba entusiasmada y se notaba que ya había estado mirando porno zoofilicos antes de nuestra llegada. Para animar un poco el ambiente decidimos tomar unos cuántas copas y mirar los vídeos que ella había conseguido. La verdad eran unos buenos videos tan gráficos que no se perdían detalle alguno. Mi novia estaba calientes una y yo adoraba verla en ese estado. Cuando las cosas se pusieron tan calientes ella se quitó el interior negro que llevaba se levantó la falda larga y mientras la besaba y acariciaba su vagina está se embebia de un líquido viscoso y caliente que le bajaba hasta la abertura del ano. Así mientras la besaba y acariciaba ella miraba a Max tímidamente como pidiéndome que lo llamara y le dejara participar. Fue fácil darme cuenta lo que quería. Llamé a Max y cuando se dirigía a nosotros ella le dirigió su hocico a su vagina que se hallaba chorreando y Max le pasó la lengua haciéndola estremecer y gemir. Nunca la había visto tan excitada, me puse a un lado y deje que ella dirigiera la función como le gustará. Me miró como pidiéndome perdón pero le dije que siguiera que yo estaba bien y no me molestaba. Max le pasó la lengua por la vagina y el ano, ella se acomodó en cuatro para permitirle que la montará. Lamentablemente, Max no era un experto. Fue frustrante por qué nunca la monto. Solo le hizo sexo oral y tuve que calmar los ímpetus de mi amada zoofilica con mi pene y derramar en su boca aunque ella hubiese preferido de su ocasional amante canino. Max no superó las expectativas, aún así y mi novia y yo empezamos a ver nuestra relación en una nueva dimensión y ahora estamos decididos a hacerlo con un nuevo can y después probar en el campo con un caballo. Nuestro deseo y fantasía está muy elevada y estamos seguros que se cumplirán.
Hola yo casado con la misma fanasia, de donde son , podemos platicar ???
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