Profesor nuevo en la escuela

12/05/2018

Esta vivencia me ocurrió cuando yo entre como profesor a un nuevo instituto, no conocía nadie ahí y empezaba a conocer a nuevos maestros y alumnos. Con el tiempo me fui haciendo amigo de una chica de otra materia, llegando a madurar esa amistad a hasta llegar a ser está muy íntima y fuimos haciendo mucha confianza, ella se llamaba Patricia, nunca nos habíamos tratado de mas, pero nos llevábamos muy bien, nos contábamos nuestras puntadas y nuestras relaciones con otras personas.

Patricia era morena, 1´65, rellenita, con un buen cuerpo, con muy grandes tetas siempre muy alzadas y un trasero algo levantado, estaba bastante bien, el peso era ideal, ni gorda ni delgada, lo justo para tener unas grandes curvas. Siempre vestía muy repagado y a veces hasta muy atrevidamente. Varias ocasiones se le marcaba su ropa interior. Lo cual me hacía a veces pensar en ella de manera más sensual. Muchas veces salíamos de clase juntos, con o con amigos, bebíamos cerveza o café y hablábamos con plena confianza. Uno de esos días muy caluroso, estábamos tomando unas cervezas en un barcito y sin proponérnoslo, salió un tema interesante, hablamos algo de las fantasías sexuales de cada quien, le comenté a Patricia que las mías eran varias, pero entre ellas, era tener sexo anal, darle por detrás a una tía mía muy lejana. Ella respondió rápidamente que eso solamente lo hacían las tías en las películas XXX , yo le dije que no siempre, ella me respondió que debía doler una barbaridad, le respondí que a algunas chicas si les dolía mucho, a otras poco, y muchas más si sentían mucho placer, ella respondió que no debía de sentir nada las chicas, pues el punto G lo tienen delante y que detrás solo lo poseen los chicos.

Luego de un rato juntos y hablando de ese tema, me dijo que ella solamente conocía a una amiga que lo hacía y que sabía lo disfrutaba, le pregunte quien era y no quería decirme, pero logre que me lo dijera. Liliana, que estaba en el último curso, yo me quedé frió cuando me lo dijo, pues conocía de vista a esa chica y estaba muy, muy bien, era morena, ojos negros, alta, delgada y con tremendos pechos preciosos, incluso había posado para algunos catálogos de moda en nuestra ciudad. Yo la conocía de paso y solo de vista, pero Patricia la conocía aún más, pues coincidía con ella en salón y varias materias, incluso habían salido juntas algunas veces. Le rogué que quedara con ella para salir juntos e intentar hacerme de amistad con ella, y después de mucho insistirle por fin accedió, pero con la condición de que me llevase yo a mi amigo Carlos, un jugador de basquetbol por el que Patricia estaba muy entusiasmada.

El fin de semana lo logramos y quedamos con ellos y más gente, todo parecía ir bien, yo le buscaba la mirada a Liliana, Paty intentaba ligar con Carlos. La noche ya iba perfecta, hasta que salimos un momento del lugar y al volver vimos como ya salían Carlos y Liliana, se estaban enrollando entre ellos. Patricia y yo nos llevamos tremenda decepción, así que al rato nos fuimos, decidimos ir los dos a su apartamento, pues ella era madre soltera, tenía su apartamento alquilado. Ya en el camino, con alguna copa demás por ella tomada, nos fuimos consolando mutuamente, como ella iba medio tomada, yo tenía que sostenerla, lo cual me permita sentirla en mis brazos, como a menudo se tambaleaba yo tenía que agarrarla con mayor firmeza. Fui dándome cuenta de lo

sabroso que la sentía conmigo. De solo palpar los pliegues de su ropa interior y a veces sus pechos y sus tremendas nalgas pegadas a mi. Me fui poniendo erecto. Su cuerpo llenito y sabroso comenzó a excitarme y creo lo hacía a propósito. Esa rica llenita tenía mucho que ofrecer para una muy linda noche juntos.

Cuando llegamos a su casa nos pusimos a beber una cerveza más, que no era muy fuerte, pero algo hacía, para ahogar las penas, cada vez estábamos más lanzados, hasta que entre risas me dio por decirle a Paty que vaya pena la mía, que llevaba varios días sin hacer el amor reservándome para la ocasión, que encima había estado toda la noche con un gran ansiedad por Liliana y que al final no obtuve nada, que cuando llegará a mi casa iba a tener que bañarme con agua fría para así poder medio relajarme y rumiar mi derrota sentimental.

También ella entre copas sonrió y respondió que ella iba a tener que darse con sus dedos, nos reímos por un gran rato. Al momento, la hermosa Patricia muy insinuante se sentó a mi lado, llevaba unos pantalones negros ajustados, en su entrepierna se marcaban bien todos los pliegues de su cosita rica, yo seguía sintiendo que me estaba provocando, decidí lanzarme hasta que envuelto en mi excitación planté mi mano en sus lindas pompas, sobándoselas por encima del pantalón. Note en ese momento, que tenía desabotonado el primer botón de su blusa. Lo cual me permitió ver más plenamente su lindo brasier color turquesa. Sentí delicioso de solo mirarla así y me pegue más a sus ser para posar mi mano en sus curvas, ya no solo en el trasero sino también en su abdomen. Todo seguía fluyendo bien, ella no dijo nada, más bien puso su mano sobre la mía para reafirmar mi manoseo en su ser. Tomo mi mano y me la condujo de paseo por sus ricas nalgas, como haciéndome sentir su tanga. Luego me la condujo hacia arriba de si, para que la paseara por su espalda, su vientre y sus pechos.. Con ello me sentí de plano más confiando y entonces le dije que si quería que los dedos en su rajita, se los ponía yo, Mi linda Patricia llevó su mano a mi pene, agarrándome firmemente mí ya entonces durísima polla por encima de mi delgado pantalón, ahí con voz decidida y dándome muchos besos por mis mejillas, mi cuello y orejas, muy decidida me dijo que entonces fuese mutuo el deseo frustrado y mis deseos de sexo por la amiga, me los consolaría ella. Yo comenzó yo igual a besarla con toda pasión, a la vez que mis manos la iban manoseando con lujuria por todas sus partes.

XXX Comenzamos a besarnos, metiéndonos las lenguas hasta el fondo, jugando con las lenguas fuera de la boca, escapándosenos varios gemidos de gusto, los suyos aumentaron cuando me dirigí al cuello, sabía algo que ya me había dicho antes, que era su punto débil, y con mi lengua y mis labios empecé a saborearla, se retorcía de gusto. Después llevé mi mano a sus pechos y comencé con suavidad y delicadeza a medio estrujarlos, después fui deslizando mi mano por sus hombros, Aquellas lindas tetas se las sobé por debajo del sujetador. Su camisa y su sujetador no duraron mucho, y sus hermosos pechos quedaron a la vista, con los pezones pequeños y oscuros, me puse tocarlos, acariciarlos, sobarlos y lamerlos, a veces con sumo cuidado fui mordiendo sus pezones o succionándolos. A ella eso la enloquecía, lo supe porque cada que pasaba mi lengua por algún pezón, brincaba, se estremecía y se ponía chinita. A ratos hasta soltaba jadeos.

Siguiendo con aquel candente cortejo, baje mi mano a su cosita, por encima del pantalón, ella sin pena gemía como poseída, a la vez me decía que la había puesto muy cachonda y caliente, mientras le desabrochaba el pantalón, le quité el pantalón y la deje un ratito en pura tanga. Ya que su tanga era muy bonita, compañera del brasier y de encajes azul turquesa, pero por mi ansiedad de ya poseerla, por fin le baje la tanguita y la tenía completamente desnuda, puse mi mano en su zona rica y la sentí bien húmeda. Mis dedos quedaron bien babositos, lo cual me encantó. Así ya encueradita la puse un momentito en reposo y tumbada en el sofá. Yo me desnudé delante de ella, mientras lo hacia mi regida arma salió brincando y Paty me miraba acariciándose ella misma su rajita.

Me puse encima de ella, besándonos, colocando mi tranca entre su piernas, rozando nuestros miembros. Después ascendí por su cuerpo hasta que mi pene quedó a la altura de su cara, hice movimientos circulares frotándoselo por la cara, ella me puso las manos en mi trasero y me bajó hacia su boca, la abrió y mi pene entró en su boquita húmeda, metí la punta, y a continuación ella presionó mi cadera y casi se la metió hasta la mitad, movía su lengua dentro de su boca, haciéndome gemir de gusto, que rico me la chupaba aquella linda Paty, después se la metió entera al grado de sus labios llegaron a mis testículos., y tras un rato así paré, porque pensé que me venía.

Seguidamente me deslicé hacia abajo, separé sus piernas y observe su rajita muy sabrosa, bien depiladita con solo un poco de vellitos en su montecito. Acerqué mi cara, y lamí toda su raja, estuve besándolo y jugando con mi lengua en el, al rato me lancé al clítoris, comiéndome el manjar casi entero, jugando cada vez más con mi lengua. Ella pronto empezó a tener espasmos de gusto, sobre todo cuando un dedo mío entró en su vagina. Mamaba yo muy lindo esa cosita, cuando me pidió con voz desesperada, y tomando mi mano para dirigirla. Me dijo que le metiera un dedo en su anito, continué comiéndole su raja salvajemente, a la que moje mi dedo en mi saliva, apara después y con mucha precaución le metí mi dedo por su rico y virginal ano. Mi travieso dedo le entró con facilidad debido a los jugos que resbalaban desde su vagina, lo metí, lo saqué, y lo giré en su interior, Patricia gemía y se retorcía de gusto. Era evidente que le había encantado. Seguí dándole con mi dedo, mientras mi tranca le daba rico en su mojadísima vagina. Minutos después, me pidió que le metiera otro dedo, le estaba gustando cada vez mas, obedecí y se lo metí, entró también sin mucha dificultad, los giré en su ano, metiéndoselos y sacándoselos, al principio despacio y después más fuerte, cuanto más hacía insistía yo con los dedos en su anito y con las metidas en su vulva, más y más gemía y gozaba ella.

Aparté mi tranca tantito de su vagina y seguí dándole con los dedos lentamente, pronto empezó a gemir de nuevo. Estaba súper excitada y fuera de si por tanto gusto por la doble penetración.

Le pregunté si quería que se la metiese por el ano, ella sin demora me dijo que sí, que se la metiese pero con mucho cuidado. Saqué los dedos y le metí dos en el hoyito, mojándolos bien, le acaricie un poco más el ano, después le levanté las piernas, colocándole las rodillas a la altura de su cabeza, y dirigí mi pene a su mágico agujerito. Ella misma se separó sus nalgas con las manos para recibir mi dura tranca por vez primera en su más misteriosa zona femenina. me miró con

cara de viciosa y me dijo que se la metiera, que hiciera lo que le iba hacer a Liliana. Con esa decidida incitación de su parte, me agarré mi pene y muy directo, con mucho tacto, lo apreté contra su agujero. Ella no hizo por retirarse, Así poco a poco mi duro instrumento empezó a deslizársele para dentro, Paty se quedó decidida a recibirlo, como sin respiración, inmóvil, con los ojos bien abiertos, cuando mi puntita le fue entrando en sus entrañas, se relajó, se dio más ánimos gimiendo y lanzando un suspiro, con cara de placer fue soltando el aire de la respiración contenida, el ano estaba muy cerrado, estaba algo seco a pesar de la lubricación, así que de nuevo llené de saliva mi pene para no lastimarla, para que lo gozara y con ello facilitar las cosas.

Viéndola tan decidida y animada, lentamente empecé a moverme, despacio, con empujones mínimos, metiéndole un poco más de pene con mucha precaución. Ya iba acostumbrándose porque se sentía más relajada. Su carita hacía gestos de satisfacción. Ella tenía los ojos cerrados y los abrió, con una leve señal me indico que le siguiera empujando. A veces lanzaba leves quejidos, aunque no decía nada, tras un ratito de írsela deslizando, por fin le entró entera y se lo dije. -Ya la tienes toda adentro Paty mi amor.- Solo medio sonrió y ella con su mano comprobó que era cierto, eso la relajó más, empecé a moverse un poco más seguido, y empezó a gemir más claro y fuerte de gusto. Pasado un tiempo, y con su trasero ya bien acostumbrado, empecé a decirle que tenía un trasero hermoso, ideal para partirlo con mi dura tranca, ella empezó a decirme que me la follara toda, que no parase ni un momento, aumenté el ritmo de mis metidas haciéndolas más seguido e igual de profundas. Los dos nos contorneábamos en un ritmo encantador y ella aumentó sus gemidos.

Pronto noté que tuvo un rico orgasmo. Sus gemidos y gritos así lo indicaban. Luego acompañado de tremendos gritos. Otro orgasmo más. Era evidente que la linda Paty no iba a aguantar mucho, que no tardaría en venirse definitivamente le dije entre mi ritmo, que me iba a venir así en su delicioso recto. Y acelerando el ritmo, me la seguí cogiendo unos minutos más, como si se tratara de su vagina, ella de plano ya estaba gozando y no se quejaba. Cuando comencé a correrme sentí como ella más empujones me daba y se arqueaba todita, empezaba a lanzar gemidos aún más frecuentes y descontrolados. Gritando me dijo que ella también ya se venía...

Llegó por fin en momento más anhelado en toda entrega de sexo. .. Le lancé mis chorros dentro de su recto, metiéndole todo mi instrumento. Y cuando acabé, la miré y vi que ella tenía la mano en su vagina sobándosela ella misma mientras me la penetraba, estaba completamente mojada. Saqué mi polla y mi semen se salía a caudales de su ano. El cual le quedó abierto solo por unos instantes, luego se fue cerrando entre un par de espasmos. Nos abrazamos, le di las gracias por tan valioso detalle de su parte. Dormimos un ratito, y horas después yo me marché feliz a mi casa. Cualquier comentario marlale1@hotmail.com

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