por curioso

06/04/2018

Comienzo contándoles que tengo 50 años y me gusta mucho el sexo. He tenido mucha experiencia antes de casarme. Mi esposa Silvi tiene 45 y no está muy interesada en el sexo por lo que nuestra actividad sexual es bastante chata y monotona.
No le gusta hablar de sexo y tiene muchos preconceptos al respecto, especialmente con su cuerpo ya que no deja verlo mucho porque se ve gorda o que sus pechos o sus caderas son muy grandes.
Presentados ya paso a contarles lo sucedido.
Tenemos una pareja de amigos, bastante menores, tienen alrededor de 35 años ambos. Luis y Rosario, con los cuales cenamos y pasamos largas veladas nocturnas conversando ya que tenemos mucha confianza.
Las veces que han surgido temas de sexo en las charlas, mi esposa se ha encargado de dar por terminada la conversación.
Fue una noche que despues de cenar y varias cervezas propusimos jugar un juego de cartas y el ganador de cada juego exigía al perdedor contestar una pregunta o cumplir con una penitencia o un desafío.
Al principio eran preguntas muy inocentes y desafios sencillos como tomar un vaso de cerveza sin respirar o cosas asi.
Si en algun momento se tocaba tema sexo mi esposa se hacia cara fea.
Una vez, empezamos a preguntar por las fantasías, en general, que fueron yendo hacia las referidas al sexo. Mi esposa no reaccionó porque habia tomado bastante y estaba muy alegre hasta que, al preguntar al Luis por su fantasía, él dijo que era la cola de mi esposa. Silvi quedó como petrificada ante esa afirmación y yo le dije "viste mujer, vos que decís que te ves gorda o que tus caderas son anchas" y sin darle tiempo a reaccionar Luis dijo que inclusive se habia masturbado imaginando su culo en pompa. A esa altura Silvi miraba para abajo y su cara estaba roja.
Esa confesión dió pie a que siguieramos en el tema y ya todas las preguntas eran en tono sexual contando muchas de las intimidades. Aunque Silvi se negaba a contestar la mayoría de las veces. En un momento le pregunté a Luis si eran verdad las bromas que siempre se hacian sobre el tamaño de su pene y contestó que si a lo que lo desafié a mostrarnos su instrumento, seguro de que mi esposa iba a dar por terminado el juego antes de que eso sucediera.
No se porqué no reaccionó y Luis rapidamente se desprendió el pantalon y lo bajó un poco junto con su boxer dejando a la vista una pija enorme, calculo mas del doble de la mia (que tiene 16 cm) y con una cabezota roja y humeda. No se notaba que estuviera totalmente erecto. Mi esposa no sacaba su vista de ese pedazo de carne aunque era muy gracioso como intentaba disimular mirando hacia otro lado o sirviendose mas cerveza. Luis guardó su poronga pero permaneció con el pantalon desprendido.
Varias vueltas despues cuando Silvi perdió, Luis le puso como desafío mostrarle la cola con la que él tanto fantaseaba. Yo pensé zás, acá se terminó todo con enojo incluído...
Obviamente Silvi dijo noooooo. y el resto insistíamos con cantos y bromas. Luis le dijo que él ya habia cumplido cuando le tocó mostrar entonces logramos que Silvi se arrodllara en el sillón apoyandose en el respaldo y dejando ante él la vista de su hermoso trasero.
Pero Luis seguia insistiendo en que lo justo era que lo dejara al descubierto y Silvi seguía protestando y diciendo que estábamos locos.
Tanto insistir logramos que Silvi se bajara un poco su calza y mostrar su trasero y su tanga perdiéndose entre sus nalgotas. Yo no podia creer lo que veía. Luis se paró de su sillón y se acercó a Silvi diciéndole "debe estar completamente descubierta" y decididamente le bajó la tanga junto con la calza hasta las rodillas dejando al aire todo su hermoso culo. Mi corazón latía de una manera que pensé se me saldría por la boca... y juro que temblaba.
Silvi solo decia no, no, basta...
Él se quedó parado muy cerca de ella y empezó a acariciar las nalgas de mi esposa, muy suavemente. Rosario y yo mirábamos el espectáculo en silencio.
Silvi seguía diciendo no...basta...
En un momento los dedos de Luis se acercaron al ano de Silvi y ella intentó enderazarse y yo como un acto reflejo la sujeté y le dije "tranquila, no va a pasar nada que vos no quieras" y Luis abandonó las caricias para jugar ya directamente con sus dedos en el ano y la concha de mi esposa que ya respiraba de una forma mas agitada y no pedía mas que parase. Luis se detuvo y le sacó por completo la calza y la bombacha, y le separó un poco las piernas quedando todo su sexo expuesto a recibir sus caricias, que continuaron cada vez mas calientes. Silvi ya jadeaba muy suavemente con su cabeza apoyada en el respaldo, su espalda arqueada y su cola bien arriba,
en un momento yo le pregunté te gusta amor ? y me dejo si.... pero no sigan mas por favor.
En un momento, con ayuda de Rosario, ya que tenía una de sus manos masturbando a Silvi, se bajó su pantalón y su boxer, liberando su pija ahora totalmente erguida y apuntando hacia arriba. Tomó su pija con su mano y empezó a jugar yendo y viniendo por toda la raja de Silvi que a esa altura se notaba empapada... iba y venia por la concha y por su ano... volví a preguntarle te gusta amor y asintió con la cabeza.
Luis se detuvo y dejó la cabeza enre los labios de la vagina de mi esposa y se quedó quieto pero con su dedo empezó a jugar con el clítoris de Silvi y cuando ella ya gemía y empezaba a retorcerse de placer él le dijo cométela.
Silvi arqueó mas su espalda y empujó su cola hacia atrás haciendo que todo el glande desapareciera entre los labios de su concha. Cuando entró la cabeza completa dejó escapar un suspiro y tambien se quedó muy quieta un momento. Luego empezó a moverse suavemente hacia adelante y hacia atras mientra Luis se quedaba inmóvil. Sacaba casi la totalidad de la cabeza y la volvía a meter cada vez un poco mas adentro, solo se sentían sus jadeos y el sonido de sus jugos...
Siguió asi hasta que que por lo visto había entrado todo lo que le cabía de ese tronco, solo quedaban afuera unos centímetros.
Entonces fue Luis quien tomo la iniciativa y empezó a cogerla primero suavemente y cada vez mas fuerte mientras los suaves jadeos de Silvi ya eran gemidos.
Luis bombeaba de una manera decidida y ya no quedaba ni un pedacito de pija afuera, ya golpeaban sus huevos con cada embestida y Silví comenzó a decir cosas que nunca había escuchado, le pedía que la cojiera, que la llenara toda, que nunca habia tenido una pija así... Luis la animaba diciéndole cosas y preguntándole si quería mas...
en un momento Luis dijo que ya no aguantaba mas, y ahi fue mi mayor sorpresa cuando Silvi le dijo no pares...dame toda tu leche. Quedé petrificado viendo como jadeando y entre espasmos él acababa y volcaba su semen adentro de mi esposa que no paraba de decir si, si la siento...
quedaron ambos inmóviles un rato... Luis se retiró despacio con su falo ya flácido y yo le pedí a Silvi que se quedara así, estaba como ipnotizado viendo salir un río de leche y jugos de la tovia palpitante vagina de mi esposa.
Silvi juntósu ropa y se fue al baño a higienizarse y vestirse. Luis se vistió ahi mismo y todos permanecíamos en silencio.
Cuando Silvi salió del baño me dijo casi sin levantar la vista del piso, vamos... Nos despedimos y volvimos en silencio a casa, Silvi se dió una ducha y se quedó dormida. yo no pude pegar un ojo en toda la noche. No hablamos de esto hasta algunos dias despues.
Pasó un tiempo hasta que volvimos a reunirnos con nuestros amigos.
Después les contaré como en otra oportunidad, Luis le hizo la cola por primera vez a mi esposa y como le hizo probar, tambien por primera vez su leche dentro de su boca, siempre con migo como espectador de lujo

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