Orgía con 19 años

29/11/2016

Todo paso cuando tenía 19 años.
La orgía internacional que vivimos, marco mi vida sexual hasta ahora.
Unos amigos me dijeron, vamos a visitar ese pueblo, tiene ambiente de vida liberal, donde las dogras, incluido el alcohol y la fiesta estan aseguradas.
Creo recordar que no tenía en el bolsillo más de 3000 pesetas, 18 euros de ahora, y con ese dinero, viajamos en autobús, compramos algo de comer, unos porros y alcohol. El viaje de vuelta ni me acuerdo.
Salimos de Cádiz hacia Castellar, mitad en autobús y la otra en autostop, no recogió un Mercedes descapotable que lo conducía un matrimonio alemán, de una pinta que parecían sacados de un mercadillo hippy. Pero que fueron nuestros anfitriones en la comuna que allí estaba instalada.
Nos dejó en la entrada del pueblo y nos fuimos a visitar el Castillo y el pueblo interior, y sus vistas por las afueras mientras iba oscureciendo, también nos planteamos donde íbamos a dormir, no había para hotel, y tampoco parecía haber fiesta como para pasar la noche dando vueltas.
Bajamos del Castillo en busca de la salida del pueblo y en un recinto poco iluminado, había música , gente con sus botellines, risas, buen ambiente en la penumbra, pensando que era un púb, nos mezclamos entre los demás y fuimos en busca de algo de beber, y ente la penumbra salió el alemán que nos había recogido en la carretera, nos reconoció y se alegro de unirnos a la fiesta. Era su fiesta y nos invito a quedarnos y nos dio unos papelitos para chupar con la cerveza.
Al cabo de una hora, ya conocíamos a casi todos los que estaban en al fiesta, y hablamos y reíamos con todos como si fuéramos amigos de toda la vida, entre ellos un grupo de chicas de Málaga con las que congeniamos bastante bien y que al rato de compartir buenos momentos de risas, nos propusieron cambiar las camisetas como recuerdo, y efectivamente aceptamos.
Cuando yo vi los pechos de la morena que cambió conmigo, no pude evitar rozar sus pezones con mis dedos, eran actos voluntarios sin pudor totalmente naturales con alguien que no tenías confianza pero que el deseabas en ese instante, ella rió y dijo me gusta sigue, acerqué mi boca y los bese, los lami, los mordi, mientras ella gemia suavemente. Cuando terminé mis otros tres compañeros estaban igualmente besando y tocando por donde podían a las chicas con las que estaban cambiando las camisetas.
Una de ellas dijo de meternos en la casa del alemán y buscar una habitación donde estar más cómodos, así que como corderitos las seguimos entre risas y alucinantes sensaciones.
Cuando estabamis en una habitación los ocho, ya no estaba con la misma de antes, ahora me abrazaba a otra morena un poco más alta que yo, pero con unos pechos el doble de grandes, nos besamos y desnudamos muy torpemente el uno al otro, ella me acaricio directamente mi pene que enseguida se puso erecto y ella no dudo en lamer con destreza, mientras yo miraba a mis compañeros que igualmente estaban desnudos y disfrutando de sus parejas, y como de una sincronización organizada se tratará, comenzamos a cambiar de pareja cada rato, después estaba comiéndose yo el coňito a otra mientras sentía como otra me la chupaba.
No había vergüenza era divertido y muy sensual, erótico, metíamos nuestra polla en un coňito, te la chupaban y lo metias en otro, yo me encapriché con mi morena inicial que tenía una sonrisa y unos ojos que me corría con su mirada, no podía prestarla, la cogí con fuerza y nos apartamos hacia uno de los sillones, allí la senté sobre mis piernas y le introduje mi pene y mordia sus pezones de nuevo, cabalgamos los dos ritmicamente gozando del roce de nuestros sensitivos órganos sexuales, al poco cambie de postura la puse boca abajo sobre el sillón y la penetre por detrás, mientras con mis manos acariciaba sus pechos, nalgas, más movimientos cada vez eran más enérgicos hasta que descargué mi semen con fuerza en su espalda, ella se giró y me lamio el pene con muchas ganas, tantas que enseguida me la puso otra vez dura, y no tuve otra reacción que volverla a penetrar con fuerza, ella gritó dame más por favor follame más, era todo lo que yo también deseaba, sentir ese placer continuo ese calor ese fluir de líquidos templados, mi cerebro era un mar de tranquilidad, no me acordaba del resto, pensé que estaba sólo con ella disfrutando en diferentes posturas que hacían cada polvo diferente.
Lo que empezó siendo una orgía acabo en una bonita relación, intensa, con fuerza y atracción que demuestra la genética humana de la búsqueda del amor y sexo por pareja.

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