Mi vecina escondia una bestia en su interior
18/05/2018
Valla sorpresa que aquella mujer que yo pensaba era una amargada de primera resulto que solamente necesitaba un poco de estímulo para dejarse ver como es realmente.
Mi vecina Antonia es una mujer bastante normal, es pequeña y delgada, no pasa de 1.60 mts ni de los 50kg, cabello castaño y a los hombros, ojos claros y labios carnosos, tiene senos y nalgas pequeñas, aunque no es una tabla, más bien considero que no sabe vestirse para demostrar bien sus atributos.
Mi historia con ella se remonta a ya varios años atrás, yo actualmente tengo 20 años y soy estudiante universitario, en este departamento vivo yo solo ya que mis padres tienen la posibilidad de apoyarme y así evitar compartir casa con otras personas, mi problema con ella comenzó ya que al llegar a vivir al departamento solía usarlo como sala de juntas con mis compañeros de la universidad, muchas veces teníamos música algo fuerte y a altas horas de la noche, en más de una ocasión Antonia tocaba a mi puerta algo enojada para que le bajara a mi escándalo, si bien nunca fue con la intención de molestar en lo personal me gusta la música fuerte y ruidosa, es raro que quizá también me encantan las mujeres gritonas en la cama.
Una noche hace unos 6 meses unos amigos y yo decidimos que veríamos un partido de futbol en mi departamento y después quizá podíamos hacer algo mas, para esto invitamos a unas compañeras de otra carrera pero con las cuales nos llevábamos bien, les comentamos que podían llegar después del partido porque obviamente quizá se aburrirían y no queríamos que se fueran al no ponerles atención, ellas llegaron como a eso de las 9 de la noche, nosotros ya habíamos estado tomando un poco, estando ahí nos pusimos a platicar y a tomar cerveza, yo centre toda mi atención en Pilar, una rubia alta de ojos verdes y un cuerpo sumamente apetitoso, la verdad es que nosotros dos ya teníamos ciertas insinuaciones previas, no era tanto como una relación más bien era atracción sexual y era la oportunidad perfecta para sacarla, nos pasamos toda la noche platicando en la terraza hasta que decidí “mostrarle” el departamento, la sala, la cocina, inclusive el baño hasta que por fin llegamos a la recamara, al entrar ella sabía muy bien lo que quería y lo que podía obtener conmigo, fue hasta la cama y se sentó sobre ella, me miró fijamente y yo entendí lo que quería, fui, cerré la puerta y camine hacia ella, me senté a su lado y comencé a besarla, ella con sus manos comenzó a sobar mi pene debajo del pantalón, se me puso dura en un segundo, comencé a desvestirla y al llegar a su pantalón alguien comenzó a tocar la puerta, yo no pensé en abrir pero la insistencia era mucha, “que quieren?” pregunte yo, “hablan en la puerta, es tu vecina” me dijo otra de las chavas, me enoje tanto que Salí sin pensar en la situación, abrí la puerta y si efectivamente era Antonia, “si?” le pregunte, ella no decía nada y tenía su mirada fija sobre mi pene, no me di cuenta con la velocidad con la cual Salí que mi pene seguía bien duro de las caricias que Pilar me había dado, no lo traía de fuera pero se notaba perfectamente erecto hacia un lado del pantalón, toda la silueta de mis 17cm frente a ella, a ese punto ya no deje que dijera algo y cerré la puerta frente a ella, yo volví al cuarto a seguir con lo mío, esa noche Pilar y yo cogimos como locos, intentamos evitar que los demás escucharan ya que era algo penoso para ella, la hacía morder las almohadas o simplemente no le daba con toda la fuerza y brutalidad que yo hubiera deseado, justo después de terminar mis amigos y las chavas comentaron que debían irse ya que era algo tarde y algunos tenían clases temprano, Pilar en cambio me dijo que no tenía clases al siguiente día por la mañana y que se podía quedar si yo quería, claro que quería, ya solos podíamos coger de nuevo y esta vez sin que nadie nos escuchara, ella se quedó en el cuarto mientras yo despedía a todos, justo al cerrar la puerta ella me abrazo y me jalo hacia atrás, al voltear estaba totalmente desnuda, eso me calentó muchísimo, me baje el short y deje salir mi pene, ella se arrodillo y comenzó a chuparlo fuertemente, se me puso súper dura de nuevo, después ella se levantó y sola se subió al sillón son sus rodillas en el asiento, me puse detrás de ella y sin pensar es la clave toda, eso la hizo gemir de placer, comencé a taladrarla de manera muy violenta y justo como me gusta coger, sus gemidos se escuchaban por todo el depa, la excitación era máxima, hicimos como 4 posiciones distintas hasta llegar a mi favorita, totalmente boca abajo con un cojín debajo de su vientre para levantar aún más sus nalgas, yo encima de ella penetrándola violentamente, fueron unos 10 o 15 minutos de placer máximo hasta que revente dentro de ella, lo caliente de mi semen además de la enorme verga dentro de ella la hicieron correrse poco después que yo, fue excitante y malo al mismo tiempo ya que empapo todo mi sillón con sus jugos vaginales, al terminar caí rendido sobre ella y me puse a besarla del cuello mientras mi verga seguía dentro de ella, hasta ese día era el mejor sexo que había tenido en mi vida.
Una imagen difícil de olvidar, unos minutos después nos levantamos para ir a la recamara pero me percaté de que no había puesto el seguro a la puerta del depa, camine totalmente desnudo hasta ahí y al mover la cadena escuche unos pasos afuera, como si alguien corriera y después escuche la puerta de mi vecina cerrarse con fuerza, Antonia nos había estado espiando mientras cogíamos Pilar y yo, había escuchado todo lo que hicimos esa amargada, abrí la puerta totalmente desnudo y mire hacia la puerta de Antonia, entonces me di cuenta de que me estaba viendo por la mirilla de la puerta, se veía su sobra debajo de la puerta, sonreí y volví a entrar, esa fue la primera vez que me vio desnudo, fui hasta la cama y me acosté con Pilar, a la mañana siguiente cuando me desperté ella ya no estaba así que decidí llamarla a su celular, me dijo que debía ir a su depa por unas cosas pero que volvería por la tarde para otra sesión de sexo, al pararme yo no me percaté de que seguía desnudo y así me Salí a la sala, justo después de sentarme alguien toco a la puerta así que me levante para ver quién era por la mirilla de la puerta, al ver que era Antonia pensé en ponerme algo encima pero la calentura me gano, comencé a masturbarme mientras la veía tocando la puerta hasta que logre ponerla un poco dura, abrí la puerta y mi verga la cual ya estaba algo bombeada quedo frente a ella, esta vez sin nada de por medio, pensé que al verme se voltearía de pena o algo así pero en cambio clavo su mirada en mis ojos, me veía mientras me decía que mi comportamiento era inaceptable, yo solamente me reía y pensaba cuando dejaría de hablar y voltearía a verme la verga, entonces sucedió, mi movimiento fue muy arriesgado ya que no estaba seguro de que podría pasar y cuáles serían las consecuencias pero como dicen “arriesga poco y gana poco, arriesga mucho y gana mucho”, di un paso al frente y la come de la mano, ella jalo su brazo para que la soltara pero parecía que no quería que pasara, la tome de la otra mano y di un paso atrás para tratar de meterla al departamento ella se quedó parada pero cuando di el segundo paso ella camino hacia mí y dejo de hablar, estaba dispuesta a ser penetrada por mi verga enorme, la lleve adentro sin siquiera decirnos una sola palabra, cerré la puerta detrás de mí y camine con ella tomada de mi mano hasta la recamara, al llegar a la cama ella se sentó pero de nuevo no decía nada, yo me puse frente a ella y tome mi verga para tratar de meterla en su boca, ella no abría la boca pero miraba fijamente a mi verga, me volteo a ver y después de eso me la agarro con las dos manos y comenzó a tratar de chupármela, mi pene apenas y entraba en su boca, sentía que entraba hasta el fondo y no era ni la mitad de mi largo, tener a una pettite en mi cama me calentó muchísimo, unos minutos después y cuando ya tenía mi verga súper dura la levante de la cama y me arrodille frente a ella, le baje el calzón el cual era cien por ciento de abuelita y la senté de nuevo en la cama, levante sus piernas y ella se recostó sobre la cama, deje su panocha justo frente a mí, esa fue la primera vez que la vi, ligeramente belludita y muy estrecha y empapada por la excitación, se veía que hacía mucho que no era usada, me acerque y olía muy bien, nada parecido a lo que había probado antes, comencé a sobar su clítoris con mi nariz y eso le fascino ya que soltó un pequeño gemido, me tomo del cabello y yo me desayune su vagina, una chupada de campeonato que la hacía gemir y gemir como loca, unos 5 minutos después de estar jugando con su vagina ella comenzó a gemir aún más, sin avisar comenzó a correrse con mi lengua dentro de ella, sus jugos me empaparon por completo, esa fue mi señal para seguir adelante, la tome del brazo y la gire sobre ella misma para que quedara de perrito sobre la cama, me puse detrás de ella y tome mucho de ese líquido delicioso que había expulsado su panochita estrecha y lo unte sobre mi verga, puse la punta sobre la entrada de su vagina y comencé a empujársela poco a poco, eso la hizo gemir de nuevo, apenas y le había metido la cabeza para cuando comenzó a retorcerse de nuevo, se estaba corriendo por segunda vez en menos de 5 minutos, se dejó caer sobre la cama y al verla ahí tirada con las nalgas expuestas me calenté mucho más, volví a poner mi verga sobre la entrada de su vagina y me deje caer poco a poco sobre ella, su vagina estrecha luchaba por abrirse para dejar entrar mi verga mientras ella mordía las sabanas para tratar de disimular los gemidos, estaba decidido a metérsela toda pero obviamente eso sería difícil, apenas estaba por la mitad para cuando ella ya pedía que me detuviera, decidí hacerle caso no fuera que la lastimara o algo, comencé a cogerla levemente mientras besaba su cuello y veía como de tan caliente y excitada que estaba soltaba ligeras gotas de sudor por toda su espalda, se retorcía mientras mi verga entraba y salía de su interior, su pequeño culo se apretaba de placer, en cierto punto me dijo que intentara metérsela toda y yo no lo pensé dos veces, la tome de la cintura y la jale hacia mí, fue difícil pero al fin de todo ese dolor se le fue hasta el fondo, al topar mi pelvis contra sus nalgas ella comenzó a correrse nuevamente, 3 orgasmos en menos de 20 minutos, sinceramente ni siquiera yo había durado tanto cogiendo sin correrme una sola vez, estaba muy excitado en la posición donde estaba en ese momento, unos minutos después ella misma comenzó a moverse para que la penetrara y comencé a hacer mi voluntad, las embestidas eran cada vez más violentas hasta llegar al punto de que mi pelvis chocaba violentamente contra sus nalgas y hacia el clásico sonido de piel chocando contra piel, 25 minutos después de que comencé a probar esa estrecha panochita me corrí totalmente dentro de ella, me sorprendí mucho ya que a pesar de haber tenido sexo la noche anterior y de no haber comido absolutamente nada arroje mucho semen, mis bolas quedaron como dos canicas totalmente secas, al venirme dentro de ella me di cuenta de que nuevamente comenzó a sentir que se venía así que a pesar de haber terminado seguí penetrándola hasta que por fin tuvo un último orgasmo, 4 orgasmos en 25 minutos, fue un record increíble que siendo honesto hasta el día de hoy no se ha logrado repetir, a partir de ese día Antonia es mi mujer principal, cogemos cuando queremos, antes de la universidad, al llegar o por las noches, no tenemos horarios para nuestro maratón sexual, hemos hecho de todo, la verdad es que ya en confianza es una verdadera adicta al sexo y a todo lo relacionado con ello, le gusta usar disfraces y hacerlo en lugares muy locos, hace no mucho casi somos descubiertos por otros inquilinos mientras fallábamos en la lavandería, tenemos algunos videos ya que hasta eso le gusta hacer, al parecer había estado mucho tiempo sin mantenimiento y yo llegue para despertar a ese animal sexual que vive dentro de ella, con Pilar también suelo coger ocasionalmente y lo mejor de todo es que Antonia sabe de ello y no lo ve como algo malo, hace un par de semanas las cosas se pusieron algo raras ya que mientras veíamos televisión después de haber coger ella me comento que había tenido una idea algo loca rondando por su cabeza, veía como el tiempo pasaba y no quería envejecer sola, por lo cual la idea de tener un hijo antes de que sus oportunidades dejaran de existir fue algo que se le metió muy duro en la cabeza, para no hacerla tan complicada me pidió pensara en la posibilidad de dejar de cuidarnos para que ella quedara embarazada, yo obvio le dije que no ya que para mí esa idea era muy mala pero al explicarme como serían las cosas me hizo pensarlo dos veces, nadie sabría que el niño era mi hijo y seguiríamos como estamos por todo el tiempo que yo lo deseara, también me dijo que si decidía no hacerlo no dejaría de verme pero que quizá trataría de buscar la manera de conseguirlo por otro lado, si soy sincero la idea de darle un hijo no es tan molesta como antes, he aprendido a quererla y quizá sea un buen regalo para ella.
Mandame un video de antonia amigo me calento tu relato gabriel2808@live.com
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