Mi tía, hermosa mujer
17/03/2018
Un día, hace varios años, allá por 1983, yo tenía 18 años, cuando descubrí que me gustaba mi tía, ella tenía 33.
El día que descubrí que me latía el corazón y que me excita al verla ponerse sus zapatillas negras de tacón alto, descubiertas del talón, ella desnuda modelando sus zapatillas, yo escondido y mirando su torneado cuerpo, morena de caderas anchas y coquetas, pechos medianos, bien parados y duros y con unos pezones bonitos, hermosos, su panocha bien rasurada y hermosa.
Yo siempre que llegaba a su casa con cualquier pretexto, siempre buscando la oportunidad de tocar o rosar sus excitantes pies y esas piernas duras y firmes
Siempre que la veía, se me paraba la verga.
Hasta que un día paso a mi casa a pedir un recibo, observo que yo estaba excitado, porque se miraba muy resaltado el shorts de la parte de enfrente. Me preguntó: " que estás haciendo con esas manos traviesas", yo contesté nada tía, todo tranquilo.
Ella me dijo, " ya se que me observas mis pies y mi cuerpo" y veo que te pones extraño.
Yo le dije, no tía todo tranquilo, no pasa nada. Te gustaría darle un beso a mis pies con zapatillas?
Yo me quedé mudo con la verga bien parada. Y ella me dijo tu boca no dijo nada, pero qué tal tu verga se puso bien dura, y se sonrió, jajaja jajaja jajaja.
Bueno otro día será, cuando te decidas te espero en casa y lo platicamos.
Ese día llegó unas semanas después, pase a su casa con un pretexto cualquiera. Me digo hoy no pasará nada solo será una plática para saber, conocerte y ver que quieres.
Yo contesté que me gustaba mucho y que me excitaba demasiado ver sus hermosos pies, lo bonito que tiene el empeine y lo excitante que se ven en esas zapatillas negras de tacón alto y descubiertas del talón.
Te atreves a darle un beso, yo respondí de inmediato que sí.
Espera un momento deja hacer una llamada.
Cuál fue la sorpresa que salió de su recámara con una mini tanga y una bata transparente, donde se podía ver sus hermosos pechos u muy bonitos pezones y con las famosas zapatillas negras.
Yo solo me puse de rodillas para acariciar sus hermosos pies y sentí que a ella le gustó, hasta ese momento nadie le había dicho y hecho eso con sus pies. Terminamos en la cama cojiendo acariciando sus caderas y mamando ricos pechos y pezones.
Esto duro muchos años, disfrutando de sus excitantes pies
Me exitó mucho el relato, se ve que era una Tía fogoza
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