La Super Flaca Sexi
12/04/2018
Para los efectos de esta historia me llamaré Carlos, tengo 38 años. Les contaré mi maravillosa experiencia con Ana (la llamaré así también para proteger su identidad) de 21 años, es blanca y muy flaca, al punto que se le ven los huesos de la cadera y costillas con facilidad. Por vueltas que da la vida la conocí en un abasto (expendio de comida) comprando frutas y alcancé a escuchar lo que ella conversaba con uno de los trabajadores; le estaba preguntando sobre alguien que supuestamente le iba a ir a reparar un bote de agua en el baño de su habitación, pero que estaba cobrando muy caro y exigiendo muchos materiales. Casualmente yo reparé una fuga de agua en mi casa de características similares recientemente en mi casa. Por lo que me atreví a decirle que eso no salía tan costoso y con pocos materiales, y que yo había hecho una reparación similar recientemente. Luego de conversar unos minutos sobre como reparé la fuga en mi casa, mientras esperábamos para pagar, me pidió que si yo me atrevía hacer la reparación y que cuanto le cobraba; yo le respondí que realmente no me dedicaba a eso, pero que si no vivía lejos podía pasar a ver, para lo que ella me pidió que por favor si podía ir inmediatamente, porque ella vive alquilada en una habitación anexa y los demás inquilinos ya estaban protestando porque se estaba saliendo el agua para el pasillo central. Chequeando su dirección noté que vivía a escasas 5 cuadras de mi casa, por lo que acepté ir inmediatamente. Camino a su casa nos conocimos un poco más, me dijo que ella me había visto antes por el lugar, cosa que yo no me había percatado. Conocí que está en el segundo semestre en la universidad, que es de un estado lejano, que estaba residenciada y que tenía pocos conocidos en esta ciudad, que sus padres mensualmente le mandaban dinero pero que ella se ayudaba haciendole masajes terapéuticos a varios viejitos. Bueno cuando llegamos al lugar varias personas la abordaron con molestia exigiendo la inmediata reparación. Efectivamente era todo un desastre y ni hablar de su baño, aún peor, con la complicación que no existía llave de paso para trancar el fluido de agua. Bueno les cuento que me tocó mojarme todo para ver el problema: un tubo roto interno en la pared.
Fui a mi casa rápidamente a buscar algunas herramientas y un niple (tubo pequeño). Regresé y en menos de una hora ya estaba solucionado el problema. Ana estaba fascinada, me preguntó el costo de la reparación y le dije que nada, cosa que negó e insistió en pagar, porque además me tenía otros trabajos pero sino le cobraba por pena tendría que buscar a otra persona. Bueno le propuse, en forma de broma, que le cobraba con masajes, se sonrió y aceptó. Y me dijo que para mañana necesitaba que le montara una antena de TV, además me pidió que me quitara la franela (estaba hecha un desastre) para lavarla rápidamente y secarla en una secadora. Bueneo efectivamente me dio el masaje, esa mujer tiene una poesía en sus manos, fue realmente relajante. Ella nunca trabaja eso en su casa, pero dada la circunstancia, accedió a hacérmelo allí. Pues resulta que me confesó que ella no hacía masajes, que me dijo eso porque se imaginaba que yo se lo iba a pedir, como efectivamente pasó, que la disculpara, que estaba haciendo una especie de estudio y experimento, y aprovechó y me eligió a mí, pero que necesitaba que le respondiera varias preguntas muy personales, como parte del estudio. Yo acepté con la condición que me diera otro masaje.
Les cuento que las preguntas de la entrevista eran tan subidas de tono, que tanto ella como yo, empezamos a excitarnos: que si de que color eran el color favorito de las pantaletas, que cuales eran las posiciones de sexo mas frecuentes.... Al final de la encuesta me dijo que me recostara para cumplir con el masaje. Para ese momento no sabía si todo eso era verdad, pero igual me encantaba sus masajes aunque ella era exageradamente flaca y un poco feita de cara, con lo exitado que estaba la veía hermosa. Bueno mientras me daba dicho masaje, se dio cuenta que yo tenia una erección, pues continuó y poco a poco ya me estaba manoseando por todas partes... Nos fuimos quitando la ropa, y sin control continuamos besándonos y tocándonos sin control... Cuando a me disponía a penetrarla, me dijo que si solo se la podía chuparsela, porque no estaba lista para la penetración, qué era virgen. Yo no lo podía creer. Pues resulta que la besé por todas partes, los huesitos de su flaco cuerpo, de la cadera, las costillas, creo que lo más gordo que tenía eran los labios de su bollito. Le chupé ese bollito o vulva como por una hora, le salían jugos, parecía que orinaba de la cantidad de flujo; gemía y temblaba de placer, de repente me dijo: "no aguanto más, está bien métemelo" sin pensarlo me puse sobre ella y cual es mi sorpresa, efectivamente era virgen, no lograba penetrarla y cuando le daba con fuerza ella se quejaba y me quitaba. Prendí todas las luces y le revisé su vulva con la luz del celular, en verdad había como un anillo de carne, aparentemente delgado, pero muy fuerte, toda el área estaba muy roja. Seguí intentando pero me decía que le dolía mucho, que le diera mejor por detrás, cosa que fue el mismo problema, su ano no permitía entrada, ya estaba llorando, me pidió que dejáramos eso hasta allí y que la disculpara. Pero yo estaba tan exitado que metí mi pene entre sus nalgas, o por lo menos el poquito de carne que tenía, y aunque sin penetración le bomié a intensamente y acabé como nunca, todo el culo y parte de la espalda se lo llené de semen.
Me explicó que ya era la segunda vez que le pasaba, que su primera vez intentó con un primo, pero estaba tan tomado que intentó penetrarla un par de veces sin éxito, pero inmediatamente acabó y se quedó dormido. Me pidió que no pensara mal, que no la confundiera de ser puta, pero que últimamente ha sentido muchos deseos pero siente rechazo y burla por lo flaca que es. Le propuse volver a intentarlo mañana, y que confiara en mí... pues amigos y amigas esa historia se la presento en la segunda entrega... Pendientes
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