La primera vez que la metí dentro de un culo
15/09/2016
Lo que describo a continuación pasó hace un par de semanas pero ya llevaba años rondando por mi cabeza, llevo casado con Maribel mi mujer, veintinueve años y tengo que decir que fui el que la desvirgo a los diecinueve. Desde hace unos años nuestras relaciones sexuales se habían enfriado casi por completo, debido entre otras cosas a nuestro trabajo agotador, pues teníamos un pequeño negocio que nos dejaba extenuados diariamente. Para se honrado mi miembro viril es más bien modesto pues en sus mejores tiempos y plena erección no pasaba de quince centímetros. Después de realizar todo tipo de prácticas sexuales como que me la mamase hasta el fondo, cosa que conseguí con mucha paciencia tras ver cantidad de películas sobre el tema, comerle el coño, a veces hasta el punto de casi arrancarle el clítoris, meterle la polla por el culo, que también me costo lo indecible, pase a comprar todo tipo de consoladores cada vez más grandes y gordos, de hasta 40 centímetros de largo por 8 de grueso el más grande, si en un principio se mostraba reacia, pero cual fue mi sorpresa que se la clavaba entera en su coño que parecía no tener fin, pero en mi afán de darle otras formas de placer, no pensaba que eso más tarde iría en mi contra, pues después de los orgasmos múltiples que le provocaba con esos artilugios, le metía mi polla y ni se sé enteraba con lo que siempre acababa mamandome la polla hasta que me corría entre sus tetas o su cara (Nunca he conseguido que se trague mi leche) y no por no intentarlo. En una de esas veces de sexo de látex se me ocurrió utilizar los cuatro consoladores de que dispongo ensartandole al mismo tiempo uno por el coño, otro por el culo y otro por la boca chupando ella con placer mientras le comía el chocho frenéticamente, en un momento adoptamos la postura del 69 con todos aquellos consoladores ensartados por sus agujeros menos el más grande de 40 centímetros que estaba encima de la cama, cuando estaba en plena faena sentí un cosquilleo en mi ano, mi mujer excitada como una loca había cogido el consolador y me lo deslizaba entre mis nalgas, poco a poco sentí como empujaba suavemente el gran nabo de látex hacia dentro de mi agujero de mi culo, con la vibración me excité y sin decir nada dejé que siguiera con su faena, con movimientos suaves pero enérgicos fue metiendome el pollón hasta el fondo y yo lo unico que hacia era abrirme cada vez más mientras sentía un placer como nunca había sentido antes, jadeando de gusto y pidiendo más y más, hasta el fondo le decía y ella jadeaba cada vez más hasta que tuvo una serie de orgasmos en cadena pues mientras tanto yo no paraba de comerle el coño desecho de placer. Aquel enorme pollón entraba y salía de mi culo cada vez mejor y a mayor velocidad con lo cual tenía una sensación de gusto enorme hasta que me corrí en su cara, lo peor vino después porque al acabar tenia ensartado hasta el fondo de mi culo 40 ctms de rabo que había que sacar produciendome cierta vergüenza después de mi gran orgasmo. Pues bien mientras nos vestíamos y durante el resto del día estuve esquivando la mirada de mi mujer pues no me sentía a gusto. Han pasado varios días y no hemos vuelto a tener relaciones sexuales desde entonces, pero como ella trabaja por la mañana y yo por la tarde, no estamos juntos durante el día, pero ahí viene lo peor que desde aquella experiencia cada día me meto el pollón por el culo cuando estoy solo.
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