Gay follando en los Palomos Cojos con un negro

02/08/2016

Día de botellón en la fiesta de los palomos cojos en Badajoz. Corría una brisa suave de mayo y yo con mis amigas la más locas de la ciudad pasándolo a tope. El día era perfecto para que petaran mi culo en cualquier lugar al aire libre.

De todas mis amigas no había ni una que no hubiera probado mi ojete tan caliente. Necesitaba alguna polla de grandes dimensiones que me rellenara como a un pavo en Navidad. Soy una loca insaciable que solo quiere pollas nuevas, no me gusta repetir.

Un negrazo de esos que te hacen temblar el ojete con solo pensar en su polla se acercó a pedirnos hielo. Yo la más alocada y necesitada de la pandilla me agache rápidamente a coger unos cubitos de hielo para echarselos en su vaso. Fue entonces, cuando él se acercó hacia mí y se colocó justo en frente.

Yo estaba agachada de espaldas a él y me gire rápidamente para ver su paquete de cerca. Sentí tal calor en mi ojete al ver aquel bulto tan prominente que no pude resistirme a acariciar su polla con mi mano. Tenía los hielos en la otra mano y se derritieron del calor que arraso mi cuerpo.

Él me agarró con sus enormes brazos y me comió la boca. Noté como su enorme polla quería romper el pantalón y follarme todo mi culito.

Los dos nos separamos del grupo dirección a la Alcazaba para que me follara en el castillo y conquistara mi ojete.

Nos subimos a lo más alto del castillo, él sacó su enorme polla y se la comí con ansias. Era tan grande que necesitaba respirar para no ahogarme, me quedo varios días con dolor en la mandíbula.

Se agachó para chuparme el culo y quedarmelo bien lubricado. Nunca había sentido un beso tan negro, nunca mejor dicho. Me penetró con su enorme polla y me hizo gritar como una loca. Yo me masturbaba ansiosamente, mientras le pedía que me follara más y más fuerte hasta que me rellenara con su gustosa descarga de leche. Me dejo tan lleno por detrás como vacío por delante.

Yo fui su gran ojete al que conquistar y él mi gran polla a la que saciar.

By P.J.Man.

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