Follando a la niñera de mis hijos

19/09/2016

En casa, tanto mi esposa como yo, trabajamos. Y, para cuidar a mi hija, contamos con una niñera, una chica de 21 años, guapa, de hermosos senos medianos. El sábado muy tarde, cuando yo recién llegaba a casa, la encontré recostada en el mueble, boca abajo, con los glúteos bien duros. Casi no me aguanto las ganas de echarme encima de ella, pero tuve que hacerlo. Y es que, no es la primera vez que ocurre. Por las mañanas, mi esposa lleva a mi hija al colegio, y la niñera y yo nos quedamos solos. Ella en su habitación y yo en la mía. Pero, sin que se de cuenta, abro la puerta y la veo dormir, con sus senos casi al descubierto y sus piernas hermosas. El otro día, ella entra a bañarse. Yo siempre dejo la ventana del baño abierta. Lo que hice fue asomarme desde un tragaluz que hay en el cuarto piso de mi casa y, cautelosamente, acércame a observar. La miraba y mi excitación fue tal, que empecé a masturbarme. Lógicamente, todo duró solo un par de segundos, sino ella pudo haberse dado cuenta. Hace un par de noches, cuando mi esposa aún no llegaba de trabajar, compré un par de latas de cerveza. Mi hija ya estaba durmiendo. Entonces, como ella ya estaba en su hora libre, le invité una lata, aceptó, bebimos, conversamos y nos mirábamos mutuamente. Ella, por muchos momentos se intimidaba, mientras que yo trataba de disimular. No sé dónde llegaré con todo esto. Quizá lo único que estoy esperando es encontrarla con la guardia baja, para acércame, besarle, tocarle sus hermosos pechos y hacerle el amor. Es tan excitante imaginarla encima mío, moviéndose completa y entera. Mía, por una noche, al menos. Pero mía, al fin.

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