Familia muy singular, parte 4
17/04/2018
El viernes por la noche tuvimos todo tipo de sexo no convencional durante toda la noche. Despertamos tarde por la mañana, me vestí y fui a buscar un periódico en un estación de combustible cercana. Volví, me desnudé y comencé a leer. Para comodidad levanté un pie sobre una silla. Desde atrás llegó Lautaro y como si yo fuera de su propiedad me abrió las nalga e intentó meterme su verga parada en el culo. Lo frené en seco: - Yo no soy puto, soy degenerado y para dejarme culear debo estar caliente. Dejame que te chupe la pija y entonces me dejaré culear. -
Dicho y hecho me dio su poronga para que se la lama y se la chupe, cosa que hice y así de parados, me la metió hasta el fondo. Después, me habló muy serio: -Yo quiero casarme con la puta de tu hija. No quiero una ama de casa sino una puta por esposa. Quiero que mis amigos siempre tengan una concha dispuesta para ser cojida. Además, tu hija está hermosa para el sexo. -
Yo asentí, complacido de tenerlo de yerno.
- Pero me dijo_ quiero tener a sus padres también dispuestos a ser culeados. - Sabes que nos gusta, así que seguiremos como ahora, le contesté. -
Otra cosa: Marina está habituada que mi perro "manto negro" la coja, así que lo traeremos a la quinta. Tú y tu mujer preparense porque mi perro no perdona.
Así, convinimos el casamiento de mi puta hija con su degenerado macho.
ya imagino la locura de mi mujer cuando la bola del pene del perro esté dentro su concha o de su culo.
Otro día le seguiré relatando las aventuras reales de esta familia muy singular, ya que ese fin de semana recién estaba en sus inicios.
guilloparana@gmail.com
Miérda de aquellas tu relatucho.
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