Como a mis 18 añitos empece amar los vegetales !

Les contare porqué amo los vegetales, vengo de una familia súper conservadora, me cuidan mucho, van por mí a la escuela, estudio en escuela para puras mujeres, soy de piel blanca, ojos color miel, cuello medianamente largo, busto grande, piernas hermosas pero mi más grande atributo es mi cara, muchos dicen que es angelical, pero de angelical no tengo nada. Al cumplir los 18 años algo se encendió en mí, empecé a sentir deseos y más deseos, como me gusta leer mucho, investigue y me volvió experta en autosatisfacción, compre varias cosas para ese gran día de aplicar lo leído.
Un día que mis padres salieron era momento idóneo, tenía todo preparado, en mi buro con llave, tenía un lubricante vaginal, unos condones normales, unos condones texturizados, una zanahoria de 18 cm y el protagonista de noche, un pepino de 23 cm, los había medido previamente. Cuando mis padres se fueron tome la zanahoria y el pepino, los metí al microondas, solo 15 segundos, al sacarlos tenían la temperatura adecuada, están calientitos, regrese a mi cuarto, cerré con llave, me desnude, allí entendí lo buenas compañeras que son la sabanas acariciando un cuerpo, tome el lubricante y empecé a untar en mis pezones, mis entradita de la vagina y deje escurrir un poco a mi ano, con dos dedos frotaba mi clítoris, uff, empezaba a ponerme caliente, mis pezones se pusieron a reventar, duritos, lo apretaba y giraba, podía sentir mucho placer, continúe estimulando mi clítoris mas, cada ves con mas fuerza y con mas velocidad, estaba super caliente cuando dije, es el momento de perder mi virginidad, tome la zanahoria, la lubrique, le coloque el condon normal y empece a meter poco a poco, pude sentir cuando topo con mi himen, solo pensaba en penetrarme y romper ese himen, presione hasta que algo se rompió, solo pensé adiós virginidad, así continúe metiendo poco a poco, con mucho lubricante y paciencia logro entrar todo, yo estaba a mil, súper caliente, empecé a meter cada vez más rápido, mas rápido, hacia círculos dentro, estaba súper caliente, como nunca, quería mas, cada vez más, así paso como 3 minutos de meterme la zanahoria súper rápido y vino mi primer orgasmo, fue impresionante, me vine a chorros, mientras me arqueaba en la cama, moje todas las sabanas, quede inmóvil, reponiéndome de mi desvirgada y el súper orgasmo, estaba bañada en sudor. Descanse por unos 30 minutos, cuando recordé que faltaba mi pepino, lo tome del plato, le puse lubricante, coloque un condón texturizado y lubrique, lo empecé a meter pero era muy grande, solo pensé no va entrar y continúe empujando, sentía como me abría la vagina, como ese instrumento se abría paso en mis entrañas, dolía un poco pero era más la lujuria de tener ese pedazote dentro de mí, así lo fui metiendo poco a poco hasta que desapareció de mi vista y estaba bien adentro, allí pare, no podía creer lo dilatada que estaba y como algo largo y sobre todo grueso me había entrado, empecé a mover lento, lento, muy lento costo mas acostumbrarme pero con paciencia empecé a sentir placer, aumente el ritmo, mas y mas, allí empecé a gemir de placer, cada gemido era mayor, cuando me di cuenta lo metía con tal velocidad hasta el fondo, sentía como topaba dentro de mí y lastimaba muy leve, no me importo, estaba como poseída, solo quería disfrutar más y sentirme mujer, así seguí, cada gemido se convirtió en gritos de placer, estaba gritando como una loca, hasta que nuevamente no pude mas, solté un chorro de fluidos, acompañado de un grito de placer, había llegado el segundo orgasmo, allí estaba nuevamente, con aquel pepino bien adentro y sobre mis sabanas empapadas de mis fluidos, lo deje una rato dentro, lo retire y me quede descansando, me sentía satisfecha, más bien súper satisfecha.
Me pare, cambie las sanas, deseche mis instrumentos de placer y locura, dormí como un angelito toda la noche, al día siguiente todos me dican, que me veía muy contenta, solo pensaba en lo que había hecho la noche anterior y pensaba ahora le toca gozar a mi culito, solo tenía que leer para que fuese algo tan bueno como lo primero que hice ¡