Mi amiga enseña a su hermana con mi polla
13/03/2017
Buenas! Soy Manolo tengo 31 años y soy de Valencia (España). Esta vez voy a contarles un nuevo relato de una de mis vivencias más morbosas.
Soy un chico que mis habilidades a la hora de ligar no son muy amplias, aunque he tenido mis ligues y cosas pero mucho menos de lo que en ocasiones me gustaría.
Por eso en ocasiones muy contadas he recurrido a pagar por sexo, pero no me gusta con chicas que se dediquen a ello porque lo veo demasiado frío. Por ejemplo como lo que me paso con Carolina.
Es una chica que conocí a través de redes sociales. Mi intención a través de ese perfil en la red social era encontrar una chica con la que de vez en cuando quedar, darle algo de dinero y que me hiciese una paja. Pero no como relación de cliente, sino dos amigos. Una chica que no hiciera estas cosas por dinero con ningún otro, y que fuese en plan favor mutuo. Cuando sé es joven en ocasiones con la paga que te dan los padres no es suficiente y una paga extra viene bien.
Carolina cuando yo la conocí tenía 17 años, era una chica rubia, con muy buen cuerpo y carita de buena niña, súper dulce. Nuestro primer encuentro me hizo una paja espectacular. Desde entonces fuimos muy buenos amigos, hablábamos de todo, me contaba todo. Sus ligues, sus desamores. Cuando me apetecía quedábamos, cuando necesitaba un dinero extra me lo decía y quedábamos.
Nuestra relación era bastante completa, al punto que aunque empezamos sólo con pajas, nuestras siguientes citas llegamos a hacer sexo oral y follar. Muchas veces quedamos sin dinero de por medio porque a ella también le gusta hacerlo. Ya son más de dos años quedando con relativa frecuencia. Hay épocas que una vez al mes, otras que un par por semana. Pese a haber tenido pareja ella en ocasiones hemos seguido quedando. Incluso en alguna ocasión habíamos hablado de introducir una tercera persona, alguna chica más. Pero nunca se habían producido las circunstancias adecuadas.
Por nuestra amistad y pese a que nadie sabe el motivo económico que fue por el que nos conocimos, he conocido a Cristina su hermana pequeña. Tiene 16 años y claro lo típico a ésas edades la experiencia sexual es poca por no decir ninguna, unida a las inseguridades y miedos. Cristina al igual que su hermana tenía mucha confianza conmigo.
Un día quedamos los tres para merendar y tomar algo. Al acabar estábamos los tres en mi coche, estábamos comiendo un helado cada uno en la parte trasera del coche. En un momento que Cristina no miraba. Le dí un beso a Carolina y ella sin cortarse me puso una mano por encima del pantalón en la polla, sabía cómo calentarme. Pero en un principio iba a ser sólo un juego o eso pensaba yo por la presencia de su hermana.
Su hermana pese a carecer de experiencia estaba espabilada y se dio cuenta de la situación. Empezamos a contar tanto Carolina como yo alguna de nuestras experiencias sexuales. Cristina dijo que ella tenía curiosidad y le apetecía pero por una parte sabía quién podía ser la persona adecuada y eso se sumaba a los nervios de ser una novata en estas lides.
Ahí fue cuando le pregunté pero ¿ni tan siquiera has visto una polla? Su respuesta fue a no ser que me la enseñes tú no. Nos dijo que lo típico sabía cómo era todo por lo que había escuchado y visto en algunos vídeos pero ya está nada más. Fue Carolina quien le dijo, te apetece vérsela a Manolo.
La verdad nunca había visto a Cristina como para algo sexual, pero es una chica que está bien, pese a ser jovencita. No me dio casi tiempo a opinar. Carolina me bajó la cremallera del pantalón y cogiéndola con su mano me sacó la polla. Empezó a hacerme una paja, como ella sabía hacerlo. Espectacular, con soltura con movimientos acompasados.
Ahí miró a su hermana a Cristina y le dijo mira así se hace una paja. Prueba tú. Carolina estaba nerviosa pero sin duda la curiosidad unida a la presencia de su hermana y la confianza conmigo le ayudó a cogerme la polla. Su hermana le cogió su mano y le hizo que cogiese el ritmo adecuado en la paja.
La situación era muy morbosa. Carolina una chica que tantas pajas me había hecho. Estaba enseñando a su hermana pequeña Cristina a hacer pajas con mi polla. Yo sólo podía hacer lo que estaba haciendo disfrutar. Este momento aproveché para poner una mano en el culo de cada una.
Imaginaros la escena, en el coche a mi izquierda Carolina, a mi derecha Cristina. Yo tocándoles el culo a las dos, algo que fui avanzando hasta tocar las tetas a las dos. Ellas fueron haciéndome la paja, un rato cada una. La novata cada vez estaba más suelta y sin duda le estaba gustando hacerla. Yo lo estaba disfrutando.
Sin duda uno de los momentos más morbosos fue el final, cuando estaba a punto de correrme Carolina se puso mi polla en la boca. Lo había hecho muchas veces pero la presencia de la hermana y lo que había sucedido aumentaba el morbo de la situación. Me corrí en su boca. Al acabar le dio un beso a Cristina y le paso el semen. Le dijo para que lo pruebes.
Sin duda fue una experiencia muy morbosa y la primera de las siguientes, hasta que Cristina perdió su virginidad conmigo en presencia de su hermana. Pero eso lo contaré en mi siguiente relato.
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