Alejita aprende a tragarse mi pija
19/03/2018
MI PUTA ALEJITA APRENDIÓ A TRAGARSE TODA MI PIJA
Hace años que tengo a mi adorada puta Alejita, ya he contado varias veces de ella, y le encanta que cuente lo tremenda puta que es conmigo.
Me la mandó una mañana la mujer que me entregaba putitas complacientes, pero ninguna como Alejita. Apenas la vi, supe que era la puta de mis sueños, y lo que ia a ser una hora cojiéndomela, se transformó en cuatro horas desenfrenadas y luego en que la hice mi Esposota Puta, combinación perfecta de Esposa y Puta.
Alejita es cuerpuda y carnosa, con un hermoso vientrote de mamita por sus preñes, piel marroncita, tetas redondas y chicas, simpática y nacida para ser puta. Pero conmigo aprendió a serlo más y mejor que cualquier otra que me haya cojido en años.
Esa primera mañana me la cojí en todas las posiciones que quise, y ella se me entregó completa y con entusiasmo, no se negó a nada, y desde entonces la encontraba en el mismo hotel varias veces a la semana.
Ya había estado preñada cinco veces, por eso su vientre carnudo de hembra fértil me paraba la pija en segundos apenas la veía, y me daba sus besos de lengua con saliva apenas nos apretábamos al subir a la habitación donde se desnudaba mostrándose orgullosa de su cuerpo de madre.
Me enamoré de ella desde el primer momento y le pedí que me dejara hacerle otro preñe, para cojérmela panzuda como una pelota, pero ella no quería porque me contó que con cada preñe se ponía más tremenda, y la médica le había dicho que si se preñaba otra vez, iba a reventar como un globo. Por eso me la cojía sin forro los días que no estaba fértil, y si no, le acababa encima o en su boca y ella se tragaba mis acabadas con ganas.
Varias veces le pedí que me tragara toda la pija, pero Alejita me vomitaba encima y no podía metérsela hasta la garganta como yo deseaba. Ella trataba de tragármela y sólo le metía la mitad de mi pija, tremenda y gruesa, hasta que una vez me prometió que la próxima vez iría en ayunas, decidida a comérmela toda hasta la garganta.
Al día siguiente, Alejita apareció en el hotel con cara de contenta, y me dijo: Hoy estoy en ayunas, así que te la trago sí o sí, mi amor!
Se desnudó mirándome la pija como piedra y se acostó con la cabeza colgando en el borde de la cama, decidida a tragar mi pija. La agarré de la cabeza y le puse mi pija en la boca, me comió la mitad y me vomitó, pero no nos importó, ella quería comérmela entera y medio ahogándose, le fui metiendo pija hasta que se la atravesé en la garganta, por fin.
Alejita, atragantándose desesperada, pataleó y me pegó con furia, sabía lo que le iba a hacer, pero no esperaba que la cojiera hasta la garganta. Le acabé adentro ahogándola como la deseaba desde la primera vez: cojérmela por la boca y hacerla mi terrible puta.
Alejita, despatarrada en la cama, por fin pudo respirar cuando le saqué mi pija chorreando acabada, y cuando se repuso, me dijo, ronca y destruida: Me la hiciste tragar toda, hijo de puta! Pero yo quería! Ahora ya tenés a tu Alejita la Tragadora, y te digo que… al final me gustó! No creí que me la pudiera comer toda, tenés una pija espantosa!
Y desde entonces, Alejita me la traga varias veces y le encanta mostrarme su hocico lleno de mis acabadas.
Otros relatos que podrían interesarte